La película brasileña Aún estoy aquí, dirigida por Walter Salles, marcó un hito en la cinematografía de Brasil al obtener el Oscar a la Mejor Película Extranjera en la 97ª edición de los premios de la Academia.
El reconocimiento representó el primer galardón de este tipo para el país sudamericano, consolidando la posición de Salles (Diarios de motocicleta, Estación central) como uno de los cineastas más influyentes de su generación.

Aún estoy aquí está basada en las memorias de Marcelo Rubens Paiva y narra la historia de Eunice Paiva, interpretada por Fernanda Torres. Ambientada durante la dictadura militar de 1971, la trama sigue a una madre de cinco hijos que enfrentó la desaparición forzada de su esposo, el diputado de izquierda, a manos del régimen.
La película retrata la lucha de Eunice por encontrar respuestas y justicia, mientras se convierte en una activista política en un contexto de represión y violencia.

“Aún estoy aquí” y el Oscar esperado
El reconocimiento en los Oscar no fue el único logro de la película, ya que previamente Fernanda Torres recibió el Globo de Oro a la mejor actriz dramática por su interpretación, convirtiéndose en la primera brasileña en obtener el galardón. Además, recibió el Premio Goya a la mejor película iberoamericana, otro hito.
La ceremonia de los Oscar coincidió con el Carnaval de Brasil, lo que desató celebraciones en todo el país. Hasta el presidente Luiz Inácio Lula da Silva expresó su orgullo en las redes, destacando la importancia de la película para la memoria histórica y la lucha contra el autoritarismo.

Walter Salles reafirmó con esta película su compromiso con historias que exploran la identidad y la memoria colectiva de América Latina. Aún estoy aquí es un testimonio cinematográfico de un período oscuro de nuestra región, y a la vez un llamado a la reflexión sobre la importancia de preservar la democracia y los derechos humanos.